Algunos creadores se han visto afectados por la sinestesia, fenómeno neurofisiológico que ha dado lugar a experiencias aparentemente sobrenaturales, consiste en la transferencia de percepciones de un sentido a otro. Compositores que ven colores al escuchar música o pintores que oyen sonidos al contemplar un cuadro han dejado en sus obras la impronta de una prodigiosa visión del mundo. Este ciclo invita a recrear sensaciones sinestésicas en una sala de conciertos al diluir con prestaciones multimedia las fronteras entre el sonido y el color, entre la composición y el cuadro.
Olivier Messiaen: Preludios y Veinte miradas sobre el Niño Jesús.
“No pido a los intérpretes que vean los mismos colores que yo, pero sí que vean colores, cada cual a su manera” (Olivier Messiaen). Cumpliendo el deseo de este compositor sinestésico, el diseño lumínico de este concierto reconstruye las analogías entre sonido y color a partir de los testimonios del propio Messiaen, envolviendo sus Preludios (páginas de juventud que según el compositor ocultan “estudios de color”) y sus brillantes Veinte miradas sobre el Niño Jesús.
Fuente: Fundación Juan March