Insistimos en la idea de evitar el riesgo del estrés térmico por calor que indicábamos en el post del sábado pasado. Para ello recomendamos:
– Evitar en la manera de lo posible la exposición solar, si esto no es posible:
– realizar la tarea más dura en la franja horaria en la que la temperatura es más baja, como al comienzo o al final de la jornada laboral,
– beber abundante agua,
– comer comida ligera,
– utilizar habitualmente cremas solares de alta protección,
– buscar la sombra y en el caso de no ser posible utilizar gorro para proteger la cabeza,
– proteger los ojos, siempre que nuestra actividad nos lo permita con gafas solares, de eficacia demostrada, evitando aquellas que no ofrezcan la garantía adecuada
– proteger las distintas partes de tu cuerpo con ropa ligera, no es apropiado dejar la piel expuesta al sol ya que esto aumenta el riesgo de quemaduras, de alergias o irritaciones ocasionadas por el propio sudor
– en el caso de sentir algún malestar paralizar la actividad hasta notar mejoría.
Debemos recordar que el melanoma de piel debido a la exposición solar es una de las enfermedades de mayor incidencia en nuestros días, y que las consecuencias de un golpe de calor pueden ocasionar accidentes laborales importantes.
Fuente: IMF Business Schcool http://goo.gl/qS3ZrF