La pensión no contributiva de jubilación ampara a las personas mayores de 65 años en estado de necesidad, debido a no poder beneficiarse de una pensión de jubilación ordinaria contributiva al faltarles tiempo cotizado. Y lo hace mediante tres pilares:
– Una prestación económica
– Asistencia médico-farmacéutica gratuita
– Servicios Sociales complementarios
Los requisitos para acceder a la pensión son los siguientes:
La cuantía de la pensión es la que se determina en la Ley de Presupuestos Generales del Estado cada nuevo año. En 2021 se reciben de la Seguridad Social 5.639,20 € anuales. Esto representa mensualidades de 402,80 €. Pero estas cantidades pueden variar si hay más beneficiarios de pensiones no contributivas en el mismo domicilio, descendiendo hasta los 4.793,32 € al año cada uno -si son dos los pensionistas- o a 4.511,36 € cuando son tres.
Paralelamente, también la pensión puede sufrir modificaciones según las rentas del pensionista y de su unidad familiar si la hubiera.
Para el año 2021, además, se ha establecido un complemento para las pensiones no contributivas de 525 € anuales. Para tener acceso al mismo se ha de carecer de vivienda en propiedad y la residencia habitual debe ser alquilada -y el propietario no tener relación de parentesco con el pensionista-.