EL PAÍS, 9 de septiembre de 2017
El Tribunal de Estrasburgo dicta que las empresas deben avisar a los trabajadores de que sus e-mails están siendo vigilados, pero, ¿acaso queda así protegida la intimidad?
El llamado caso Barbulescu está detrás de esta decisión que intenta resolver uno de los múltiples desafíos a los que se enfrenta una sociedad en que las barreras entre la vida privada y la laboral se han difuminado en virtud de una rampante conexión permanente.
Noticia de el diario EL PAÍS https://politica.elpais.com/politica/2017/09/08/actualidad/1504879009_125506.html