Fue el 27 de septiembre de 1975, era sábado. Hace 44 años, el régimen franquista mató a sus últimas tres víctimas. El mundo se estremeció y pidió clemencia durante días, pero el dictador desoyó a todo el mundo. Fue durante esos días cuando Luis Eduardo Aute compuso una de sus mejores canciones, declaración de amor y sufrimiento. Sus metáforas lograron esquivar la férrea censura. Enmascaró ‘Al alba’ como una inocente canción de amor, aunque realmente era un alegato contra las ejecuciones y una proclama a la libertad.